domingo, 5 de noviembre de 2017

Una mirada hiperbórea a "Neon Genesis Evangelion"



«Evangelion es como un rompecabezas. Cualquiera puede verlo y encontrar sus propias respuestas. En otras palabras, permite pensar por sí mismo, de modo que cada uno crea su propio mundo. Nunca se darán todas las respuestas, ni siquiera en las películas. Muchos fans de Evangelion tienen la esperanza de que se lance una suerte de libro “Todo sobre Evangelion”, pero eso no ocurrirá. No esperes a que otros te den la respuesta a tus preguntas, que te lo pongan todo delante. Todos tenemos nuestras propias respuestas».

Hediki Anno, creador de Evangelion

Japón constituye un misterio mayor. En Asia nadie ha leído "El Misterio de Belicena Villca" ni los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea. Los trabajos de Moyano, Serrano o Lupus Felis no existen en lenguas asiáticas. Filosofías como las de Nietzsche o Wagner son vistas como exóticas y lejanas en el mundo oriental. Si bien los japoneses fueron aliados del Reich durante la última guerra mundial, Hiro-Ito cometió errores que casi recaen en la lógica de la traición. ¿Y qué del budismo y el taoísmo como fuente de gnosis liberadora? Demasiado infiltrados por las corrientes shambálicas, aún en Japón. Luego entonces: “¿Cómo es posible que los nipones de la era actual tengan tantas nociones hiperbóreas sin detentar contacto alguno con la gnosis de occidente?”. 


Hideki Anno y su obra, Evangelion, constituyen la manifestación más grande de este enigma asiático. Si bien un promedio importante de los trabajos de animación (anime) y novela gráfica (manga) contienen fuertes tendencias hiperbóreas, Neon Genesis Evangelion podría ser uno de los títulos más destacables.

La historia de la obra se da lugar en un mundo futurista en el que una organización paramilitar llamada NERV protege a la humanidad de los ataques de seres de origen y naturaleza desconocidos, los «ángeles», utilizando para ello androides gigantes llamados «EVA». A medida que avanza la trama, esta se vuelve paulatinamente más confusa y psicológica, en donde las personalidades de los personajes se hacen cada vez más inestables y su desarrollo se torna fundamental. Hideki Anno ha expresado que el desarrollo de la serie estuvo inspirado en su propia experiencia, una vida que recae en los ámbitos psiquiátricos más tormentosos en más de una ocasión. El autor, Anno, se ha considerado como “clínicamente” loco y enfermo. Un diagnóstico médico bastante peyorativo para la genialidad de su trabajo.

El anime cuenta con veintiséis episodios que fueron transmitidos por primera vez entre octubre de 1995 y marzo de 1996. Debido a la fama obtenida, pronto se fueron creando diversos spin-offs, entre los que se incluyen series de manga, películas y videojuegos que complementan u ofrecen una realidad alternativa de la historia. A pesar de que el anime constituye la obra original, el manga creado por Yoshiyuki Sadamoto se comenzó a publicar anterior al estreno de la animación para aumentar el interés del público. 

Esta serie ha sido clasificada en los géneros de ciencia ficción, mecha y distopía, conteniendo diversos elementos de filosofía, psicología y religión, con marcadas influencias abrahámicas. Además, sus características técnicas y temáticas, así como la complejidad y simbolismo de su historia, han hecho que esta producción sea considerada como uno de los mejores ejemplos del género del realismo épico. También ha recibido algunos de los mayores premios de animación.

Desde una perspectiva comercial, Evangelion es considerado el anime más grande de todos los tiempos. Temáticas como el Árbol de la Vida, los Sephiroth, el Antiguo Testamento, el judaísmo, el cristianismo, la angelología o el mito de Cristo, tan exóticos para la sociedad nipona, son recurrentes en la trama y la convierten en referente de tensión dramática para un público japonés, hasta entonces, acostumbrado a su propia mitología. Pero el trasfondo subyacente de la serie es más que solo un afán comercial de mezclar mitos semitas con mechas gigantes para lograr éxito mercantil en Akihabara. Anno parece saber demasiado bien lo que hace como para atribuir sus símbolos a un mero afán de marketing.

La simbología expuesta por Felipe Moyano halla un espejo extravagante en Evangelion puesto que todos los elementos hiperbóreos gnósticos, tales como la Virgen, Eva, Adán, Lilith, el Demiurgo, el Pueblo Elegido, Agartha o el Origen, son fielmente reflejados en la serie. Sin tener a disposición ningún fundamento hiperbóreo, Anno entendió una verdad intrínseca de la Creación: “Jehovah es el Creador, y es un demonio junto a sus arcángeles; del mismo modo, los hombres fueron dioses y solo necesitan recordarlo”.     

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