Los genios están un poco locos, o al menos, eso dicen. Lo cierto es que los estudios científicos confirman que existe una relación entre creatividad y enfermedades mentales, aunque no es una regla infalible.
La creatividad y los trastornos mentales
De los once premio Nobel de literatura estadounidenses, cuatro de ellos eran alcohólicos: Sinclair Lewis, Eugene O'Neill, William Faulkner y Ernest Hemingway. Además, Franz Kafka tenía depresión y ansiedad social, Leon Tolstoy era depresivo y con tendencias suicidas, Virginia Wolf estaba diagnosticada de depresión, al igual que Winston Churchill.
Según un estudio realizado por el Instituto Karolinska (Suecia) en más de un millón de personas, los profesionales creativos tenían un 8% más de probabilidades de sufrir trastornos mentales respecto a las personas que se dedicaban a otro tipo de profesiones -por ejemplo, médicos, abogados o profesores-.
Los escritores son los que salen peor parados de esta investigación, ya que tenían un mayor riesgo de sufrir trastornos de ansiedad (38%), bipolaridad (121%), esquizofrenia, depresión y abuso de sustancias -alcohol y drogas-. Además, tiene el doble de probabilidades de suicidarse que personas que se dedican a otras profesiones.
Por su parte, los bailarines, científicos, los fotógrafos y otros productores creativos tenía una tendencia mayor a sufrir trastorno bipolar respecto a otras profesiones, pero las tasas eran menores que las de los escritores. En general, el grupo de personas dedicadas a profesiones relacionadas con la creatividad solían tener un núcleo familiar con parientes cercanos que sufrían de anorexia, de autismo o de otras enfermedades mentales, aunque ellos no tuvieran ninguna.
En esta investigación también se definió la creatividad en base a tres aspectos: la personalidad -rasgos propios como la curiosidad-, el proceso -lo que ocurre en el cerebro durante el acto creativo- y el producto.
¿Por qué están tan marcados los escritores?
Probablemente porque se necesita mucho tiempo antes de poder ver algo publicado, además de que necesitan mucho esfuerzo para conseguir información, espera que no se produce en otras ocupaciones, y que puede desequilibrar a la persona
La importancia de la investigación
Todos estos trastornos pueden dar aspectos beneficiosos a la creatividad y el ingenio, lo que abre una nueva puerta en el ámbito de la psiquiatría: un enfoque diferente de tratar las enfermedades mentales como la esquizofrenia o la bipolaridad, que permitirán aprovechar lo bueno de la situación y mejorar los aspectos negativos. Se deja de ver todo blanco o negro, y se comienzan a ver matices. Sin embargo, tampoco debemos idealizar a los enfermos mentales, ya que sin duda alguna, necesitan atención.
De esta forma, parece demostrarse una relación entre la creatividad y las enfermedades mentales, aunque se le da un nuevo enfoque más allá del escritor loco. ¿Tú que piensas al respecto?
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